La noche de los girasoles
Dos espeleólogos, un pueblo, una cueva. La mujer de uno de ellos. El agresor.
Este es el punto de partida para una historia de acontecimientos sobrevenidos. Los personajes se ven arrastrados por la realidad a situaciones en las que nunca se hubieran imaginado verse envueltos. Una agresión sexual se convierte en una represalia contra el hombre equivocado.
El guardia civil. El caimán. El loco.
La tranquila, rutinaria, aburrida vida se ve alterada por hechos inesperados. Situaciones con las que ninguno desearía encontrarse. El momento equivocado en el lugar equivocado. Y la vida cambia de forma radical y dramática. El miedo y la vergüenza transforman los hechos trágicos en dramáticos. Las expectativas de cambiar de vida provocan que los hechos dramáticos se transformen en absurdos. El accidente se transforma en crimen.
El cabo. La hija
Un sueño, el más simple y frecuente, la felicidad. Una vida modesta, tranquila, cuidando de los suyos en su pueblo natal. La razón. y un destino que sólo los demás pueden cambiar. Y los acontecimientos se precipitan, buscando la manera de robarles su felicidad. Pero no será tan fácil. La felicidad de una hija es capaz de enterrar la lógica y la justicia.
Ninguno lo ha buscado y todos han perdido. Nadie tiene la culpa, y en realidad, cada uno tiene parte de la suya. Cargan ahora un secreto inconfesable que arrastrarán de por vida. Vidas con la conciencia arruinada, que costará recuperar.
Sólo uno está tranquilo. El agresor es el único que no ha salido de su rutina. El causante de todo es el único que tiene la conciencia tranquila. Ignorante de todo, sólo ha tenido un mal día.
Una especie de efecto mariposa, una jugada del destino para cada uno de los personajes, que los lleva a una desgraciada situación de la que involuntariamente han sido parte. Sin culpa alguna, sólo por estar en el lugar incorrecto en el momento equivocado.
Este es el punto de partida para una historia de acontecimientos sobrevenidos. Los personajes se ven arrastrados por la realidad a situaciones en las que nunca se hubieran imaginado verse envueltos. Una agresión sexual se convierte en una represalia contra el hombre equivocado.
El guardia civil. El caimán. El loco.
La tranquila, rutinaria, aburrida vida se ve alterada por hechos inesperados. Situaciones con las que ninguno desearía encontrarse. El momento equivocado en el lugar equivocado. Y la vida cambia de forma radical y dramática. El miedo y la vergüenza transforman los hechos trágicos en dramáticos. Las expectativas de cambiar de vida provocan que los hechos dramáticos se transformen en absurdos. El accidente se transforma en crimen.
El cabo. La hija
Un sueño, el más simple y frecuente, la felicidad. Una vida modesta, tranquila, cuidando de los suyos en su pueblo natal. La razón. y un destino que sólo los demás pueden cambiar. Y los acontecimientos se precipitan, buscando la manera de robarles su felicidad. Pero no será tan fácil. La felicidad de una hija es capaz de enterrar la lógica y la justicia.
Ninguno lo ha buscado y todos han perdido. Nadie tiene la culpa, y en realidad, cada uno tiene parte de la suya. Cargan ahora un secreto inconfesable que arrastrarán de por vida. Vidas con la conciencia arruinada, que costará recuperar.
Sólo uno está tranquilo. El agresor es el único que no ha salido de su rutina. El causante de todo es el único que tiene la conciencia tranquila. Ignorante de todo, sólo ha tenido un mal día.
Una especie de efecto mariposa, una jugada del destino para cada uno de los personajes, que los lleva a una desgraciada situación de la que involuntariamente han sido parte. Sin culpa alguna, sólo por estar en el lugar incorrecto en el momento equivocado.

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